Tras la desaparición física del doctor Edmundo Chirinos, persona que en vida realizó estudios sobre la salud mental, y se dedicó al ejercicio de la psiquiatría y la psicología; al considerar su participación en la muerte de Roxana Vargas Quintero, surge la pregunta:
¿Qué misteriosa fuerza impulsa a una persona para asesinar a otra?
¿Es el ser humano esencialmente bueno, o esencialmente malo?
La historia nos revela que el hombre tiene la capacidad de matar a sus semejantes.
En el primer asesinato narrado por la Biblia, ¿Qué proceso interno impulso a Caín, para matar a Abel? ¿Existen mentes asesinas?
La violencia en la conducta agresiva, con el fin de causar un daño físico o psicológico a otra persona, puede ser de diferentes tipos. Puede tratarse de una violencia impulsiva o de una violencia premeditada. Los dos tipos de violencia tienen distintos estímulos que las activan o provocan; incluso la actividad del cerebro del asesino es diferente.
Para determinar el perfil de un asesino, es necesario conocer el tipo de asesinato que comete. Por lo cual, los expertos en conducta humana han clasificado a los asesinos según los motivos que les induce a matar en asesinos por impulso, y asesinos con premeditación.
Asesinos por impulso.
Se ha señalado a la impulsividad como uno de los factores incitadores de la conducta violenta; y también de otras conductas, como la hiperactividad, el alcoholismo, el suicidio y la conducta adictiva. Todas ellas están ligadas a la violencia, actuando como estimulantes de ésta.
Los asesinos por impulso, se dejan llevar por sus pasiones y matan.
Las personas impulsivas tienden a dejarse llevar por las pasiones, o emociones descontroladas; a pesar de conocer las posibles consecuencias negativas de su conducta. Ellos sufren una alteración que les impide controlar los pensamientos, sus emociones, y por ende su conducta. Así, las personas impulsivas fracasan a la hora de emplear la información que posee sobre las consecuencias de sus actos, y evitar la conducta negativa ante los estímulos percibidos.
Los impulsivos son los típicos asesinos pasionales, que luego muestran sentimientos de culpa, porque saben distinguir claramente el bien del mal. Cometen sus asesinatos cuando están controlados por sus emociones, celos, ira, miedo, entre otras; o cualquier situación que les sobrepasa, y no pueden controlar.
Asesinos con premeditación.
En el caso de los asesinos premeditados, se trata de una agresión que por lo general es planeada, organizada y dirigida. Se incluye en esta categoría a los asesinos en serie, a los multiasesinos, y a los asesinos a sueldo, también conocidos como sicarios.
Son los asesinos más peligrosos. A diferencia de los asesinos impulsivos, su estructura psicológica sí les permite controlar la situación. Planean sus actos y no se muestran arrepentidos. Saben distinguir perfectamente entre el bien y el mal, pero no les importa.
Dentro de la categoría de asesinos premeditados, se incluyen las personas de los psicópatas y los sociópatas.
Los psicópatas no sienten empatía, ni remordimiento, por lo que hacen, por ello interactúan con las demás personas como si fuesen un objeto cualquiera, las utilizan para la satisfacción de sus propios intereses. No necesariamente tienen que causar algún mal.
Uno de los pilares de la estructura del psicópata, es la cosificación que hace del otro, es decir quitarle atributos de persona, para considerarle simplemente una cosa, un objeto. Por ello no siente remordimientos.
Un alto porcentaje de estos asesinos premeditados son psicópatas que presentan trastornos de personalidad.
Los sociópatas son personas que padecen un grave cuadro de personalidad antisocial, que les hace rehuir a las normas preestablecidas; no saben o no pueden adaptarse a ellas. Por esto que, a pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo en muchos casos delitos graves.
El origen de la conducta se relaciona con situaciones duras de aprendizaje durante la infancia, que provocan que estas persones desarrollen personalidades antisociales. Este es precisamente el caso de los sicarios.
¿Puede un asesino premeditado rehabilitarse y reintegrarse en la sociedad?
Los sociópatas, a diferencia de los psicópatas que no son capaces de percibir la diferencia entre el bien y el mal, podrían ser rehabilitados en algunos casos utilizando métodos adecuados de integración social. No cabe la menor duda de que poseen una estructura psicológica y cerebral que puede experimentar las emociones, algo que por lo general no tienen los psicópatas.
¿Carecen de cura los psicópatas?
Hasta la fecha no se ha encontrado cura alguna para la psicopatía. Para que se pueda rehabilitar a un psicópata, éste debe sentir empatía. La empatía es un requisito indispensable para que se pueda entender a la víctima, y no hacerle daño.
Desde muy pequeños, los psicópatas presentan ciertos rasgos. No se puede rehabilitar a un psicópata adulto hecho y derecho. Los expertos señalan que hasta la fecha no se han encontrado las técnicas necesarias para hacerlo reversible. En un niño, sin embargo, sí se podría abortar el proceso de psicopatía retirándolo, por ejemplo, del ambiente de abuso o violencia que a la postre pueda convertirlo en un victimario.
¿Existen mentes asesinas o personas con instinto asesino?
Hay personas con instinto asesino, depende de las circunstancias, de las necesidades, y de la sociedad que este se exprese, se reprima, o se canalice.
¿Qué instinto activó la muerte de Roxana Vargas Quintero?
La respuesta la tiene la Psicología Forense.
Fuente:
Instinto Asesino, Discovery Channel, tudiscoverichannel.com
Neuropsicología de la agresión impulsiva, neurología.com
Wikipedia, la Enciclopedia Libre
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