La felicidad es un estado que buscamos incesantemente.
La misma no la vamos a encontrar en los sucesos de la vida, ni en las interacciones personales, como tampoco en los bienes que poseamos.
El dinero, y posesiones materiales ofrecen confort; los seres que nos rodean nos regalan alegría; los acontecimientos de la vida, en general, nos conceden un cierto grado de tranquilidad.
Mas la felicidad, la verdadera, la podemos encontrar y procesar desde dentro de nosotros.
El mundo, y sus acontecimientos, nos emite estímulos, que sabiamente canalizados y procesados van a determinar nuestra tranquilidad, bienestar, sosiego, paz; que en sentido general denominamos felicidad.
El libro de los Proverbios, en la Biblia, nos ofrece un incesante manantial de sabiduría, de dichos sabios; que si los ponemos en práctica, van a contribuir en el logro de ese inapreciable estado del alma, que denominamos felicidad.
Es posible, que por estar en la Biblia, los consejos se tomen desde una perspectiva religiosa; más los mismos no so son para la práctica religiosa, sino que son consejos para la vida.
Para vivirlos.
Leamos algunos, y luego propongamos algunas conclusiones.
Así comienza:
2Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Sobre el trabajo 6:6-8:
6Ve a la hormiga, oh perezoso,
Mira sus caminos, y sé sabio;
7 La cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor,
8 Prepara en el verano su comida,
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Para mantener buenas relaciones con los demás, 10:11-12
11Manantial de vida es la boca del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
12 El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
Frente a una persona enojada, 15:1
La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor
Un verdadero tesoro, 22:1
De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,
Y la buena fama más que la plata y el oro.
Los padres, 23:22
Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Los hijos, 29:17
Corrige a tu hijo, y te dará descanso,
Y dará alegría a tu alma.
Hay más sabiduría en este interesante libro, dedica tiempo para escudriñar sus páginas, descubre grandes principios, y ponlos en práctica.
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